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¿La falta de muelas deforma la cara?

La pérdida de muelas es una condición dental que enfrentan muchas personas a lo largo de su vida. Aunque a menudo se subestima, este problema puede tener efectos serios y duraderos en la apariencia facial de una persona. 

Pero, ¿cómo es posible que algo tan pequeño como la pérdida de muelas pueda tener un impacto tan significativo en nuestra apariencia? A continuación, desglosaremos los factores principales: el movimiento de los dientes y la pérdida de hueso.

El movimiento de los dientes

La pérdida de una muela puede desencadenar un efecto dominó. Cuando un diente se pierde y no se reemplaza, los dientes adyacentes pueden comenzar a moverse hacia el espacio vacío, un fenómeno que se conoce como deriva dental. Este movimiento no solo puede causar problemas de mordida y habla, sino que también puede resultar en cambios notables en la estructura facial.

¿Por qué se mueven los dientes?

Los dientes están diseñados para trabajar en conjunto. Cada uno de ellos desempeña un papel en el mantenimiento de la alineación y estabilidad general de la dentadura

Cuando se pierde una muela, los dientes adyacentes pueden inclinarse hacia el espacio vacío en busca de un «compañero» con el que se apoyen. Este movimiento puede alterar la forma de la boca y, a su vez, el contorno de la cara.

Pérdida de hueso 

A lo largo de nuestra vida, nuestros huesos están en constante renovación. Sin embargo, en el caso de la pérdida de muelas, la falta de estimulación en la mandíbula puede resultar en la pérdida de hueso, un proceso conocido como reabsorción ósea. Este fenómeno puede tener efectos significativos en la estética facial.

Reabsorción ósea un problema invisible

La reabsorción ósea es un fenómeno que ocurre silenciosamente, y en sus etapas iniciales, puede ser casi indetectable. Es un proceso natural en el que el cuerpo reabsorbe el hueso que ya no necesita, y en circunstancias normales, es un aspecto crucial de la regeneración y reparación ósea. Sin embargo, en el caso de la pérdida de muelas, esta reabsorción puede tener consecuencias graves.

La Fisiología detrás de la reabsorción ósea

Cuando perdemos un diente, el hueso que solía rodear la raíz del diente pierde su función. Sin la presión y la estimulación proporcionadas por un diente, este hueso se vuelve obsoleto. Como resultado, el cuerpo comienza a reabsorberlo, es decir, a descomponerlo y utilizar sus minerales en otras áreas del cuerpo.

El impacto de la reabsorción ósea en la estética facial

Aunque este proceso puede parecer insignificante, la acumulación de la reabsorción ósea a lo largo del tiempo puede tener un impacto visualmente perceptible en la estructura facial. 

Los labios y las mejillas pueden parecer hundidos, dando a la cara una apariencia más flácida o envejecida. Este cambio puede ser gradual, pero a menudo es sorprendente cuando se notan los efectos.

El papel de los implantes dentales en la prevención de la reabsorción ósea

La reabsorción ósea puede sonar aterradora, pero hay formas efectivas de manejarla y prevenirla. Los implantes dentales juegan un papel crucial en este aspecto. Al reemplazar no solo la corona del diente, sino también la raíz, los implantes dentales proporcionan la presión y la estimulación necesarias para mantener el hueso mandibular sano. 

La falta de muelas sí puede deformar la cara, alterando no solo la estética sino también la funcionalidad de la boca. Sin embargo, gracias a los avances en odontología, existen soluciones como los implantes dentales que pueden prevenir y revertir estos cambios. 

Si has perdido una o más muelas, no dudes en contactar a profesionales en implantes dentales en Ciudad Real, como los que puedes encontrar en IOM Dental. Ellos te guiarán en el camino hacia una sonrisa saludable y una cara radiante.